Eran las 11.00 am y él estaba sentado
en otra aburrida clase con la atención dispersa, las palabras del docente se
escuchaban como si las pronunciara bajo el agua o como si fueran el recuerdo de
algún sueño lejano.
Se encontraba en un estado de
“inconsciencia”, tenía los ojos abiertos, respiraba, respondía pero no tenía
control de sus acciones. En un momento de la clase dejó volar la mirada y esta
se posó en un punto fijo y se perdió; así soñó con los ojos abiertos…
En medio de la placidez de unos
sueños muy agradables un estruendo martilló en su cabeza haciéndole despertar
con sobresalto, era el profesor, viéndolo irritado golpeando el borrador de pizarrón
contra su pupitre.
–¡Pase al frente!– Le dijo en voz
alta con tono molesto.
Con el sueño en la cara miró unos
minutos al hombrecito que enseñaba cálculo, este, con el rostro rojo y las
venas de la cabeza sin cabello latentes repitió casi gritando
–¡Pase a la pizarra, resuelva el ejercicio!–
Se levantó de inmediato y se adelantó
con el marcador que el hombre le dio.
Una serie de garabatos e
inentendibles jeroglíficos estaban ahora ante sus adormilados ojos que al ver
los símbolos (a los que no les hallaba el sentido) se abrieron con la intención
de entender algo. Se volvió a su irritable maestro haciendo un puchero
involuntario y pudo notar una sonrisa diabólica, espantado regresó a los
condenados cálculos; sus compañeros lo miraban y molestaban entre risas.
–¿Por qué hoy?– se preguntaba
agobiado
–¿Por qué me tuve que trasno…
–¡BOOM!–
En ese instante ella atravesó el muro
del salón, todos en la clase sucumbieron ante el pánico ocasionado por el
estruendo, el maestro se refugió bajo su escritorio y entre temblando y
llorando con nerviosismo balbuceó:
–¡Odio a los adolescentes y odio este
trabajo!– y así continuó desvariando.
–¿Llegué tarde?– preguntó ella con
los ojos iluminados.
–Un poco pero ya estás aquí–
respondió el animado.
Sonriendo, ella lo tomó de la mano y
juntos salieron caminando por la puerta del aula.
J.G Dávila
Hola hijo, hoy te vi en el metro! quería saber si estás en la capacidad de enseñar japonés básico a niños de 4 años en adelante, de forma particular. My name is Freddy Zambrano 0995082017. Me gustó tu actitud. (Y)
ResponderEliminarFreddy! Muchísimas gracias! Me temo que no tengo conocimiento suficiente para enseñar japonés todavía. Muchas gracias!
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