jueves, 22 de marzo de 2018

Carta del viejo tamborilero



Carta del viejo tamborilero

Miércoles, 25 de abril 2018

Mujer de ojos cristalinos llenos de vida y sonrisa revitalizadora.

Quitar de mi memoria el pasado miércoles me es imposible porque ese día escuché cantar a las flores y vi a las palomas ulular tu nombre en los tejados camino a casa.

Nunca sentí nada tan perfecto como estar contigo. Lo que más se asemeja fue hace tiempo, tirado en un campo de flores recibiendo a los ángeles que el Señor por mí enviaba.

Oír tu voz, sentir tus manos hábiles llenas de energía que fabrican preciosas manualidades, quedarme atónito y paralizado con la curvatura de tus labios únicos y sentir finalmente en mi interior que este tiempo de quieta soledad me estuvo guardando en un cajón esperando (sin notarlo) que me descubras un miércoles.

Comprender que no volveré a repetir ni un solo instante contigo y así poder valorar cada pedacito que el tiempo me regala a tu lado.

Ahora entiendo que eres tú con quién quiero surcar las nubes blancas, no cansarme de reír a carcajadas y me llenes de ti hasta que mis ojos se cierren para siempre.


Tuyo y mío, el amor que por ti siento.

A.T

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