Tu
Puedo esperar a tu regreso, aunque tu ausencia sea
larga. No me molesta mirar en silencio el paso lento de las cosas con el breve
correr de los segundos infatigables.
Puedo ser feliz sin la necesidad de tenerte cerca,
entonces… ¿Por qué esperarte? ¿Por qué mirar callado como crecen los niños,
como pasan los carros, como salen y se ocultan la Luna y el Sol aguardando tu
llegada?
Porque pese a que no dependo de ti para estar bien…
Porque no eres una necesidad para mi al igual que yo
no lo soy para ti; disfruto de manera especial mirar contigo, solo contigo y en
silencio el paso lento de las cosas con el correr de los segundos infatigables.
J.G Dávila
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