viernes, 29 de junio de 2018

Amor, gatos, amor a los gatos y ¡gatos por el amor de Dios!





-¿Algún tipo de alergia?

- A los gatos y al amor.


Cuando era pequeño mi animal favorito era el león, esto derivó a que tenga un enorme gusto por toda clase de felinos para concluir a mis seis años que tenía uno particular  por los gatos, este no tenía proporción y era simplemente desmedido.

En ese entonces para mí, un sueño hecho realidad era tener la oportunidad de pasar una tarde entera rodeado de gatos para acariciarlos y cuidar de ellos, y es que sentía que los amaba, podía tranquilamente morir por un minino o hacer lo posible para que esté bien. Creo que resumiría todo decir que cuando me preguntaban sobre qué quería ser cuando crezca, mi respuesta era un firme: “Un gato”.

Sin embargo, mi gusto irracional venía  acompañado por un defecto de fábrica que descubrí a  los mismos seis luego de acariciar un neko[1] e involuntariamente restregarme los ojos. En ese instante me sentí como boxeador después de pelea porque estos se hincharon como nunca, adquirieron un color rojizo que vino seguido de una comezón fastidiosa, provocando que a medida que rasque, mis ojos se hinchen más.

Por supuesto, no entendía a qué se debía tal ALERGICA reacción, por lo que esperé a que mi tía (que estaba cerca) luego de verme de manera sobresaltada despeje mis dudas diciendo que padecía de alergia a los gatos.

No pudo haber peor noticia para mí, sentí que el mundo no sería lo mismo jamás ya que había perdido todo su color.

Los síntomas eran: Hinchazón exagerada en los ojos y exceso de mucosa nasal.

Años después, habiendo superado mi alergia a los gatos, puedo decir que me sentía perfectamente.
Rondaba una edad que por el momento me es difícil precisar, cuando comencé a notar algo interesante que me recordó mucho la tarde en la casa de mi tía.

Al compartir con una persona que me importaba era víctima de las siguientes reacciones: Taquicardia, tartamudeo, manos sudorosas, estupidez y nerviosismo. Quería comprobar si mi corazón estaba hinchado para asegurarme de que estos fenómenos se trataban de una nueva alergia a algo que no podía entender.

Los síntomas se repitieron mucho con el paso del tiempo y cada vez me preocupaban más, pero no tanto como el hecho de no poder hallarles explicación.
Finalmente la respuesta se manifestó súbitamente, ¡Era  alérgico al amor y a sus efectos secundarios!

 -¡SE PUEDE IR A LA …
casa de mi tía!- me lamentaba para mis adentros

¿Cómo podía ser posible? ¡Primero los gatos y ahora el amor! -¿Acaso nací para no ser feliz?-  preguntaba victimizándome.

Así pasé toda la primaria, huyendo de mis alergias, evitando ser atacado con las reacciones ocasionadas por mi imprudencia.

El amor era definitivamente algo que me gustaba sentir al igual que mi gusto por los gatos en el pasado. Recordé entonces que después de un corto periodo de haberme enterado de mi alergia a los pequeños ingratos mi cerebro pareció omitirlo y regresé a acariciarlos y a estar con ellos pese a los síntomas que describí antes, entonces llegué a la conclusión de que con el amor podía ser igual.

No se puede evitar tomarse molestias o sentirse estúpido, enfermo o incómodo si se quiere llegar a algo tan puro como un gato o el amor, o el amor de un gato.

Hasta ahora tengo taquicardia, tartamudeo y los nervios me consumen. Hasta ahora moqueo como si el cerebro se me fuera a salir por la nariz y mis ojos siguen hinchándose como bolas de billar, solo que ahora no temo experimentar estas reacciones porque el fin las justifica.

 No puedo negar que algunos gatos rasguñan y que incluso de vez en cuando el amor puede doler, pero finalmente  (igual que las alergias) son cuestiones que no impiden el deseo de vivirlas para poder sentir ese calor dentro del pecho y esa ternura en el alma.



J.G Dávila



[1] Gato en japonés.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Un caballero, un dragón y un tesoro... otra historia de la vida común y corriente

Estaba parado en el umbral esperando a que alguien abra la puerta.  El sudor bajo sus brazos y frente era el producto de unos n...